No es lo mismo pintar que lacar: eso está claro. Para pintar un mueble basta con darle dos o tres manos de pintura con cuidado, y listo. Pero un acabado lacado tan bello como el de esta mesa exige paciencia, técnica y buenos productos. Puedes realizarlo con pinturas especiales o a base de esmalte-laca sintético, un producto que ofrece acabados satinados y pulidos de calidad. Hazlo así:
- Primer paso: Lija suavemente la superficie y aplica una mano de selladora acrílica con un rodillo y/o una brocha de calidad. Merece la pena invertir en una brocha natural, abundante y que no suelte pelo: te durará años. Cuando esté seco, alisa la superficie con lanilla de acero n° 000 hasta que esté suave al tacto.
- Segundo paso: Aplica el esmalte laca de la misma forma que la selladora y deja secar. Lija cada capa pintada y seca con papel n°600. Para que tu lacado tenga cuerpo y solidez, aplica por lo menos cuatro o cinco manos de esmalte laca. Y ahora, el truco profesional: una vez seca, lija la última mano con papel n° 600 y agua jabonosa. Aclara y seca. Extiende una mano de cera incolora y saca brillo transcurrida 1 hora.
LACADO EXPRÉS CON VINILO
Las superficies lisas, sin molduras, se pueden “lacar” con resultados espectaculares gracias a un material muy fácil de usar: el vinilo autoadhesivo. Además, lo podrás quitar cuando quieras.
- En este proyecto vamos a revestir la puerta de un armario. La hemos colocado sobre dos caballetes. Para favorecer el agarre, la humedecemos con una esponja y agua o un vaporizador.
- Pide ayuda para extender el vinilo sobre la tabla húmeda. Hazlo retirando poco a poco el papel protector y presionando con un rodillo de goma. Ve despacio para evitar que salgan burbujas o arrugas.
- Termina cortando el sobrante con un cúter muy afilado. Puedes lograr un acabado perfecto pegando perfiles de metal o molduras de madera en los cantos, que ocultarán los bordes del vinilo.
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